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domingo, 5 de octubre de 2014

Marron

                                               1. (RAE) Contratiempo u obligación ingrata.
                                               2. (del francés) Divertido, gracioso.

¡Y que viva el bilingüismo! Tontín tonteando me va a servir para, al menos, ponerle título a las entradas. Esperemos que también se me vaya quedando en la memoria poco a poco...Al lío Casimiro! Si en la anterior entrada suspiraba por empezar a conocer los montes suizos en vez de tanto patear la ciudad, en esta ya puedo empezar a hablar de ellos. Casualidades de la vida, el viernes noche después de echar unas cervecillas al borde del lago llego a casa y me encuentro con un suculento mensaje que me invitaba a ir a escalar al día siguiente; está claro que no podía decir que no.



La verdad que fue una noche rara (más allá del madrugón) en la que me costó conciliar el sueño; ¿serían los nervios de estrenarme en la roca suiza? ¿demasiadas cervezas la noche anterior? ¿un improbable y nuevo tipo de jet-lag? Me decanto por la primera idea, pero el caso es que no pude enlazar una hora de sueño seguida, y casi mejor porque me levanté como una moto y dispuesto para atacar el día. Por poner el ejemplo, y aunque sea algo inverosímil en mí, llegué con más de 20 minutos de adelanto al tren...¡espero retener la costumbre para la vuelta conductores! ;D





Recapitulemos: 7.46h de la mañana, 25 francos menos en la cuenta (son caros los trenes sí...), sueño, un compañero de cordada con el que apenas había coincidido 2 horas en el boulder y unas ganas enormes de ver a lo que me iba a enfrentar. A eso de las 10 de la mañana, después de un corto autostop hasta el final de valle, por fin le pongo cara a mi primer reto calcáreo en suiza: el Miroir d'Argentine (Espejo de Argentina). Caliza adherente, más 400 metros de desnivel, seguros alegres y placas por doquier, eso era lo que me esperaba. Exacto, digo ERA porque al tercer largo nos tuvimos que dar la vuelta, un reverso que voló, mi poca experiencia ante la escalada "no-foot" (no mires abajo y confia en la adherencia) y una nube amenazadora encima de nosotros puso fin a la que iba a ser mi primera vía en Suiza...pero tanto Greg como yo bajamos con la rabia de repetirla, ¡volveremoss! Por cierto, la vía en cuestión es Succès Flou (450 m, 6b+) y habrá crónica asegurada en otra ocasión.




Para acabar el día con mejor sabor de boca y para levantar un poco los ánimos fuimos a hacer algunos de los primeros largos de las vías adyacentes. Y la verdad que cumplimos el objetivo sobradamente, encontramos una joyita de largo con sus 35 metros bien puestos, cantos por doquier y seguros que te dejaban escalar. Amén de una fisura resbaladiza de 6b en la que tuve que pretar más que nunca...vaya old-school se gastan aquí, pero que me lleve a las primeras de cambio! ¡Alegría por las nubes! En definitiva, como era de esperar, una sonrisa de oreja a oreja por conocer las primeras paredes suizas y otra por dar la vuelta a tiempo y evitar antiguas novatadas...¡que la pared no se mueve pero las nubes sí! Seguiremos informandooo