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viernes, 10 de abril de 2015

Contrastes

Vuelve la entrega mensual de las aventuras por Suiza y alrededores para intentar resumir todo lo sucedido desde la última vez que me digné a pasar por aquí. La verdad que poco a poco le voy cogiendo gusto a estas entradas tan espaciadas, aunque ahora tenga la problemática de tener que resumir todo lo acontecido sin ser un brasas. Difícil.


Como bien canta el título, este mes viene caracterizado por la variedad de sitios, temperaturas, texturas y sabores por las que me he movido. Empezaremos con una salida de esquí de montaña, bastante improductiva por mi parte después de casi dos años sin esquiar, con Bernat. Nos movimos por la zona de Diablerets buscando la cara Norte -que ya apremia el calor- aunque sin encontrar la sombra o el fresquete. Quizá por esto, la poca práctica ya olvidada del foquear o simplemente por que soy un manta, casi saboreando las mieles de la cima me tuve que retirar de la subida por un pinchazo en la ingle. Lástima porque ha sido y será la única salida de "randonée" que haga por los Alpes. Con lo que me costó traer los "esquises" hasta aquí... 

Para continuar, y sin mucha actividad entre lo que viene y lo ya pasado, vuelvo a la rutina más habitual de este año: los viajes. Efectivamente, estoy que lo tiro y casi salgo a viaje por mes echando cuentas. Esta vez toco cambiar la fría y cristalina nieve de los Alpes por la caliente y sensual arena del desierto de Marruecos. Además, mejorando si cabe el viaje anterior por el país de la pasta y los "aperitivis", esta vez gocé de una estupenda compañia con Lou y Adri, aunque nos faltó la tercera calavera. De la próxima  no te escapas Víctor.


Pocas cosas soy capaz de resumir con palabras de este viaje. Era algo muy esperado con lo que llevábamos divagando años y años y, como era de esperar, no defraudó. Disfrutamos de una cultura completamente distinta a dos pasos de casa, un sol como una casa con el que cargué baterías, el trueque, el ritmo de vida, su pleitesía al asno, la amabilidad de la gente, el tajin, el couscous, los dulces, las naranjas y también, porque no, de la tortilla de patatas. Un viaje TOP y un país al que volver, pero con las maletas llenas de cuerdas y cacharrería para la próxima vez. ¿Algún aventurero se anima?





Ya para acabar y volviendo a la regleta y al tendón, nos remontaremos a la semana pasada. Volviendo de Marrakech el miércoles pasado me encuentro un correo en el que se me dice de ir a Cresciano a pasar el fin de semana...¿y por qué no? Así que, casi sin reponerme de los excesos y ritmos de una semana tan intensa por Marruecos, me veo metido en un coche junto a un crashpad poco hablador y rumbo al Ticino, zona de fantasía para los bloqueros.


 



Como era de esperar teniendo en cuenta las contadas escapadas bloqueras que hago al año y el viaje del que venía, fue un finde tranquilo. Aunque no por ello no desgasté las yemas en ese granito adherente del sur de los Alpes; y es que es inevitable no sentirte atraído por alguna línea, por pura estadística ¡esta plagado de bloques! A decir verdad, fue un finde muy entretenido en el que, viendo a auténticos titanes pretando (entre ellos un tal François Nicole), te entra el gusanillo del bloque y ya buscas fechas para poder escaparte. Pero esto pasa con tantas cosas que al final faltan días, lástima




De todas formas, creo que dentro de poco estas ganas de bloque se sustituirán por escapadas a lo profundo de los Alpes a escalar; que por aquí ya está el cielo azul y la nieve se empieza a ir. En la siguiente mes-entrega se verá lo sucedido, de momento como siempre decían los guiñoles: así son las cosas y así se las hemos contado, ¡hasta la próxima!

viernes, 6 de marzo de 2015

Rock&Roll

Raro y difícil se me hace volver a este mundo virtual que tenía ya tan olvidado, la pachorra y tranquilidad son buenas amigas, pero algún día tenía que darse el caso. Vista la fecha de la última entrada no se muy bien por donde empezar aunque imagino que, como todas las historias, será por el principio. Por lejos que quede noviembre.

La vuelta a casa, con casi tantas ganas de roca como de fiesta (difícil compaginar las dos), fue cuanto menos intensa. En dos semanas había que condensar muchas cosas y gente que quería ver así que , lógica y desafortunadamente, no fui capaz de cumplirlo. Más aún si le sumamos las trabas que suponen las comilonas y celebraciones que suelen abarrotar estas fechas tan felices y dicharacheras, que no lo digo yo, lo dice el Corte Inglés. Las resacas, siestas y ratos de estudio redujeron a poco más de tres visitas el reencuentro con la roca Oregonesa. Como dirían los más pizpiretos, corramos un estúpido velo sobre estos quince días de niebla y noches nublosas para volver al patio de recreo de los alpinistas europeos.

Resumen Navidades


Tras una brevísima tanda de exámenes y con una copiosa nevada en Lausanne, no tardé mucho en huir -¿por qué? es la pregunta- a destinos más calurosos. O eso me creía yo. Sin más ni menos, me encontré sumido en el caos más atrayente y atractivo que he presenciado nunca: el vals motociclado  y casi autómata de Nápoles. Así es, deje la tan ansiada nieve (más aún después de traerme los esquís a Suiza) para darle un homenaje al body e hincharlo de sfogliatellas, pizzas, fritos, porchettas y demás lujurias gastronómicas italianas que no voy a seguir enumerando o mi teclado acabará sumergido en saliva con solo recordarlas. Vuelvo a repetir que, aunque parezca insólito, esto es un blog de montaña así que las crónicas viajeras y diarios de bitácoras se los dejaremos al compai Antonio y nos saltaremos los más de 15 días que pase de nómada por Italia y Budapest. ¡Gracias a los anfritiones desde aquí!












Volviendo a la realidad -¡bendita realidad!- el mismo fin de semana de mi vuelta se me planta la oportunidad de oro delante de mí: fin de semana de esquí, cerveza e inmersión francolinguistica obligatoria. ¿¡Que más se puede pedir!? ¿Sol? ¡NO! A tanto no llegamos, al fin y al cabo, esto es Suiza y su meteo es particular; por el contrario, pudimos disfrutar de la fresca y recién caída nieve polvo. Personalmente, tras dos añitos de parón esquiador, la disfruté, la merendé e incluso la recené a base de desengrasar los esquis. Y doy fe que estaba más fresca que la merluza de la pescadería.



Después de dos días de mucho esquiar y poco dormir -la Pirámide y el PimPamPum traspasan fronteras-, vuelta a las clases y rutinas semanales. Pero vista la rutina de este febrero, la cosa no podía parar aquí así que, tras una vuelta a la roca en St Loup de la mano del rastafari Robin (hacía más de un mes de la última salida), hace justo una semana me encuentro embarcado en un viaje a un paraíso calcáreo italiano: Finale Ligure. Un inicio de viaje muy loco -me enteré del viaje una hora antes de salir-, está claro que compañeros desconocidos, buen tiempo allá por la costa mediterránea y unas ganas locas de tres días desenfrenados de escalada. La verdad que no pudo ir mejor, el tiempo aunque amanecía nublado siempre tornaba a sol, la roca espectacular -Andrés, hay que hacer un estudio en esta escuela de cantos TOP porque no es normal- y la compañía resultó mucho más que agradable. Si a esto le sumamos los encantos de Italia, sus aperitivos y un par de 7bs al flash en el día tenemos como resultado un fin de semana redondo, poniendo a punto el tendón. A falta de fotos, con las prisas me olvidé la cámara en casa así que estoy a la espera de que Gael me envíe las suyas, os dejo un vídeo de la escuela para que os suden un poco las manos.

Jérome, Gaelle et Mathieu merci pour le weekend qu'on a passé à Finale.
On doit retourné pour manger plus biscotti et gnocci di patate!!
Et encore pour grimper, bien sûr.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Sedentarismo

De la misma manera que hicieron nuestros antepasados neolíticos, dejando de lado su aventurera y necesaria forma de vida nómada para sobrevivir, este año en Suiza (por el momento) me ha tocado hacer lo mismo, curiosa paradoja la que se me ha creado al venir al país alpino por excelencia. Cierto es que venía muy mal acostumbrado de los cuatro años que he pasado en Huesca, con salidas fanáticas EXPRES todas las semanas (y no pocas), ya fuera con Laura, Álvaro, Richi, Andrés o cualquier fanático de la roca oscense. La verdad que se echan en falta los pegues motivantes, esa buena compañía y la tranquilidad de los sectores entre semana...


Placas en TODAS las vías de la escuela St. Triphon. Un lujazo


Aunque estas salidas sigan en la memoria, la realidad es que mis contactos con la roca este año en Suiza se pueden contar con los dedos de UNA mano pero, parafraseando el conocido refrán español, "No solo de escalada vive el hombre". Aunque el complejo de mono no me lo quitaré nunca -ni falta que hace-. La verdad que hasta ahora lo había tenido "dificil" para poder salir al monte, si habéis ido leyendo las entradas anteriores, la búsqueda de piso aquí no esta nada pero que nada fácil (eso y la meteo que no ayuda mucho). PERO, felizmente, esto ya se ha acabado y ahora mismo escribo desde MI cuarto, que esta en MI casa, con MI terraza, MI sillón y MI cocina enorme. Nunca he sido mucho de estos determinantes posesivos -hay que compartir todo con todos, y más la sonrisa- pero la verdad que es un gustazo poder decir que ya tengo un sitio propio donde dormir y no un colchón hinchable metido de 'okupa' en una habitación. Realmente ya tenía ganas de volverme sedentario, aun siendo que he cambiado la roca por la cocina, aunque ahora mismo no sabría decir cuál me es mejor.

MI primera remesa de croquetas en casa


Pues eso, la verdad que esto es lo mejor que os puedo contar. MIENTO, lo mejor que puedo decir es que ya queda oficialmente invitado todo aquel que se quiera venir para la Suisse!! Se abre la veda. En lo relativo al plano "escalístico", como ya he dicho antes, salidas mínimas -aunque provechosas y divertidas- a la roca pero visitas incontables al panel para MUTAR con vista a las vías que quedaron pendientes la temporada pasada. Se van a cagar.


Compe de mutantes y lugar de mutación actual


Poco más se me ocurre decir, excepto que... ¡nos vemos en nada gente! Espero que la próxima entrada tenga algo más de roca que de resina, que esto está lleno de fanáticosssss pero no de sol.

viernes, 31 de octubre de 2014

Despegando

"Señoras y señores pasajeros, dentro de unos momentos pondremos rumbo a los Alpes Suizos. Asegúrense que el respaldo de su asiento está en posición vertical, el cinturón abrochado y su mesa sujeta. El comandante y toda la tripulación les desean un vuelo agradable y confían en verles disfrutar de este largo viaje"

Parafraseando el habitual y casi ceremonioso discurso de las azafatas de avión, me permito anunciar que mi estancia en Suiza empieza a tomar un bonito color. Ni más ni menos, el pasado 24 de ocubre -casualidades de la vida, mi cumpleaños- me ofrecieron la posibilidad de alojarme en una de las tantas residencias de estudiantes de Lausanne...¡Vaya regalito de cumpleaños! Obviamente, sin pensármelo dos veces dije que sí y desde entonces se ven las cosas de otro color. Alguna que otra cerveza para celebrar, buena música y, sobretodo, un sentimiento de tranquilidad empezaron a inundar mi cuerpo desde mi 22 cumpleaños. Previo a esto, y ya que la temática del blog es la montaña, me dediqué a pre-celebrar mi aniversario con un trifásico de visitas a las montañas suizas. ¡Caña a la montaña!



La cosa empezó con una visita didáctica al impresionante valle de Arolla. Digo didáctica porque fue una salida de clase para elegir un futuro proyecto, y digo impresionante porque cualquiera de los picos que podíamos ver era más alto que nuestro Aneto...dicho sea de paso que este valle era la linde de los Alpes, y ya estábamos con cimas de 3.800m .Telita. La verdad que fue un día muy completo pateando un poco de monte, empezando a conocer a los compañeros de clase y, sobretodo, maravillándome, embobándome y FLIPANDO con el valle que tenía frente a mí.





Para continuar con la buena vida, la siguiente parada es una de las paredes más míticas de Suiza y casi diría que de Europa. No es otro que St Loup, patio de recreo de los hermanos Nicole. Creo que con decir esto último ya tenemos una buena carta de presentación. 

Muro de la mítica "Bain de Saing" (9a)


Media horita de tren desde Lausanne más 20 minutillos de pateo y Pierre, Céline y yo nos plantamos frente al bosque que esconde este muro de 700 metros de largo...hay vías para aburrir. Eso sí, traeros los gatos bien afilados que en estas placas los pies son pocos e ínfimos. Escalamos hasta que nos dejó el tendón, pudimos practicar idiomas varios y, como siempre, reímos y disfrutamos en el monte. Idioma universal esto último. Como digo, es una escalada peculiar poco habitual por las calizas de Huesca y que a más de uno que yo me sé -mmm ¿un poco de placa Richi?- no le haría disfrutar mucho. Pero ese tener que apretar al máximo para no caerte, confiando en ¿nada?, tiene su punto y engancha, ¡os lo digo yo!



Para acabar, visita dominguera al Valais, más cocretamente a la escuela/cantera de Drapel. Aunque el muro era bien bonito -un caótico mar de bloques repleto de fisuras- no fue mi mejor día. La cabeza en Lausanne, preocupada por la falta de piso, no estaba para escalar. Aún así pude disfrutar de algunos auténticos viotes de esta pequeña escuela, como por ejemplo uno de los mejores y más completos 6b que he hecho nunca...fisura, cantos y un offwith para acabar los casi 40 metros de vía. Acojonante.


domingo, 5 de octubre de 2014

Marron

                                               1. (RAE) Contratiempo u obligación ingrata.
                                               2. (del francés) Divertido, gracioso.

¡Y que viva el bilingüismo! Tontín tonteando me va a servir para, al menos, ponerle título a las entradas. Esperemos que también se me vaya quedando en la memoria poco a poco...Al lío Casimiro! Si en la anterior entrada suspiraba por empezar a conocer los montes suizos en vez de tanto patear la ciudad, en esta ya puedo empezar a hablar de ellos. Casualidades de la vida, el viernes noche después de echar unas cervecillas al borde del lago llego a casa y me encuentro con un suculento mensaje que me invitaba a ir a escalar al día siguiente; está claro que no podía decir que no.



La verdad que fue una noche rara (más allá del madrugón) en la que me costó conciliar el sueño; ¿serían los nervios de estrenarme en la roca suiza? ¿demasiadas cervezas la noche anterior? ¿un improbable y nuevo tipo de jet-lag? Me decanto por la primera idea, pero el caso es que no pude enlazar una hora de sueño seguida, y casi mejor porque me levanté como una moto y dispuesto para atacar el día. Por poner el ejemplo, y aunque sea algo inverosímil en mí, llegué con más de 20 minutos de adelanto al tren...¡espero retener la costumbre para la vuelta conductores! ;D





Recapitulemos: 7.46h de la mañana, 25 francos menos en la cuenta (son caros los trenes sí...), sueño, un compañero de cordada con el que apenas había coincidido 2 horas en el boulder y unas ganas enormes de ver a lo que me iba a enfrentar. A eso de las 10 de la mañana, después de un corto autostop hasta el final de valle, por fin le pongo cara a mi primer reto calcáreo en suiza: el Miroir d'Argentine (Espejo de Argentina). Caliza adherente, más 400 metros de desnivel, seguros alegres y placas por doquier, eso era lo que me esperaba. Exacto, digo ERA porque al tercer largo nos tuvimos que dar la vuelta, un reverso que voló, mi poca experiencia ante la escalada "no-foot" (no mires abajo y confia en la adherencia) y una nube amenazadora encima de nosotros puso fin a la que iba a ser mi primera vía en Suiza...pero tanto Greg como yo bajamos con la rabia de repetirla, ¡volveremoss! Por cierto, la vía en cuestión es Succès Flou (450 m, 6b+) y habrá crónica asegurada en otra ocasión.




Para acabar el día con mejor sabor de boca y para levantar un poco los ánimos fuimos a hacer algunos de los primeros largos de las vías adyacentes. Y la verdad que cumplimos el objetivo sobradamente, encontramos una joyita de largo con sus 35 metros bien puestos, cantos por doquier y seguros que te dejaban escalar. Amén de una fisura resbaladiza de 6b en la que tuve que pretar más que nunca...vaya old-school se gastan aquí, pero que me lleve a las primeras de cambio! ¡Alegría por las nubes! En definitiva, como era de esperar, una sonrisa de oreja a oreja por conocer las primeras paredes suizas y otra por dar la vuelta a tiempo y evitar antiguas novatadas...¡que la pared no se mueve pero las nubes sí! Seguiremos informandooo





jueves, 2 de octubre de 2014

Salut

Hace más de un mes de la última entrada...el "cuaderno de bitácora" está cogiendo algo de polvo y no será porque no me he movido. Bibliotecas, apuntes y exámenes me han ocupado todo el tiempo libre y no libre del verano y, cuando por fin puse el punto final en el último examen de la temporada (ansiado día), no me quedo otra que empaquetar mi vida en dos maletas y poner rumbo a Suiza. Todo muy rápido, me deje muchas cosas por hacer y gente por despedir pero si no no llegaba...¡estamos a un avión de distancia no problemooo!



Si señores, por si alguien no sabía, me toca pasar un añito Erasmus en la meca del alpinismo y la escalada...¡Pobre de mí! Así es, pinta bien el año y es que, desde el mismo Lausanne, tengo el privilegio de vivir en una postal alpina: no tengo más que acercarme al lago que baña su "costa", fijar la vista en la cordillera más cercana y  elegir que pico o pared me gustaría subir el fin de semana. Lástima que hasta ahora, todo esto sea un anhelo y es que, será fácil escalar por aquí, pero no veáis lo jodida que esta la cosa para encontrar un sitio donde caer muerto después de una laaarga jornada -aquí los días creo que duran 25 horas, no veáis lo que hace madrugar. Aunque, como todo en esta vida, hay que ver el lado bueno de las cosas y es que me he pasado dos semanas pateando y descubriendo Lausanne, y he descubierto rincones en esta ciudad dignos de admirar...y he cambiado mis patas de alambre por acero bilbaíno, que aquí todo pica parribaaaa.


Lo mejor de estas dos semanas de búsqueda intensiva de piso es... ¡que ya lo he encontrado! Realmente he encontrado una habitación para un mes, pero no imagináis lo bien que sienta poder desempaquetar la maleta y desordenar un poco jejej Aunque dentro de una semana (vacaciones obligadas) volveré a la faena, a ver si esta vez me dura la habitación hasta Junio. Obviamente, aunque tiempo libre he tenido poco, algo me he gestionado para ir a trepar aunque sea al boulder ¡pero que mejor sitio para socializar! Aquí la afición, como las montañas, les sobra por todas partes. La verdad que es un gustazo, siempre te encuentras con alguien con quien charlar aunque sea en francés macarrónico...pero aquí se viene a aprender! El trilingüismo está a "güevo". 

De momento poquita cosa más que contar, ahora que ya me he "establecido" en mi nueva ciudad espero conocer los alrededores más naturales pronto pronto. Por descontado queda que aquí esta invitado todo el mundooo, aunque se que es más apetecible si hay casa incluída (estamos trabajando en ello). En fin, como diría aquel: "Así son las cosas y así se las hemos contado..." Seguiremos informando!!

Home sweet home...

Mono no, monazo de rocaína

domingo, 31 de agosto de 2014