lunes, 8 de octubre de 2012

Camino a la perdición

No, no es que este fin de semana me haya dedicado a ver películas de gansters ambientadas en los oscuros años 30, no. La cuestión que me hace escribir es mucho más pequeña y, por desgracia, mucho más ignorada que cualquier producción barata de Hollywood.
Este fin de semana, he tenido la oportunidad junto con Ana, María y Lucía de conocer de cerca el pequeño y curioso mundo de las abejas. Para Lucía era algo que tiene casi casi aborrecido, pero para nosotros tres era una oportunidad de aprender mucho y bueno de la mano de Carlos (el padre de Lucía).

¡A la rica miel!

Todos nosotros sabemos en la situación global en la que nos encontramos: una sociedad donde prima el tener mucho frente al bienestar de cualquiera, que carga todos sus efectos sobre la naturaleza y que, a pesar de las evidentes muestras de que algo va mal, no parece que se preocupe de remediar la situación. Afortunadamente, como si un cómic de Asterix se tratase, existe una pequeña aldea al sur de Huesca conocida como Escuela Politecnica Superior (la Poli para los amigos). Allí, una serie de personajes que se hacen llamar ambientólogos protegerán al medio de su más temido enemigo: el ser humano.
Dejemos de lado los cuentos y comics, y centremonos en lo importante. La cuestión que nos llevó a Sariñena, fue la de hacer un trabajo sobre las abejas. Estos diminutos bichitos, pueden parecer muy inoportunos cuando nos fastidian en la barbacoa o durmiendo una profunda siesta; pero la pregunta es...¿que sería de nosotros sin las abejas?
Pues bien, esta pregunta tiene una sencilla respuesta: NADA. No es que me halla vuelto loco, ¿como nos vamos a morir sin abejas?. Pues sí...¿quién se encarga de la polinización de miles y millones de plantas? ¿Tú? Yo no, desde luego...Son estos pequeños insectos los que permiten que el transcurso de la vida siga su ritmo a pesar de, cada vez más, nuestro mala e inadecuada forma de vida. Consiguen transportar el material genético (polen) de una flor a otra consiguiendo de esta forma la polinización de las flores (mamá abeja planta una semilla en papa flor y pummmmm!! ¡fruto y semilla!
La cuestión es que, poco a poco, el mundo de las abejas esta desapareciendo. Algunos problemas se lo ocasionan parientes lejanos, las cuales traen enfermedades a las que las abejas de aquí no son inmunes, lo que provoca que lentamente vayan muriendo. Otro gran problema es el de los pesticidas: estos afectan directamente a las abejas, ya que se han registrado casos en que la abeja chupan la planta impregnada de pesticidas y caen muertas al suelo.
Todo esto conlleva, como ya he nombrado antes, a la inevitable desaparición de las abejas a no ser que poco a poco, la gente y los cuatro jefazos que por desgracia nos gobiernan desde sus butacones ("teoría conspirativa" sacada de mi cosecha), se den cuenta de que no vamos a parar ningún Resort de Vacaciones si esto sigue aqui, vamos a ir camino de la desaparición. Solo me queda nombrar a alguien importante, para que este párrafo tenga algo más de credibilidad y no quede como un simple artículo que he escrito para pasar la tarde. Por si no os creeis la pincelada que os acbo de contar, sólo nombrar a Albert Einstein, que entre número y número tuvo tiempo de "predecir" el futuro:

 «Si la abeja desapareciera de la Tierra, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres»
Casi para acabar sólo me queda decir que, si alguien lee esto, pues que le cause la más mínima emoción y se preocupe un poco más de estos pequeños bichos que, a pesar de su tamaño, son muyyyy grandes. Ya por último dar las gracias a la family Tarrafeta por tratarnos como si estuviesemos en casa; fue un auténtico placer compartir fin de semana con vosotros y, además, cumplimos el objetivo y aprendimos muchas cosas de las abejas. ¡Gracias y seguir con ese entusiasmo!
Disfrazadas y listas para humear

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